Cartel promocional de Sónar 2016 |
Pues
aquí estoy, con una hamburguesa inmunda dándome vueltas en el estómago, sentado
en una butaca rígida de metal en la estación de Sants dos horas antes de que
salga mi tren de vuelta al infierno (por el calor, se entiende). El Sónar ya ha
acabado. Y, definitivamente, ha sido la hostia. Ayer, como vaticinaba, habría
tres conciertos importantes: Kaytranada, New Order y, sobre todo, Oneohtrix
point never. Pero yo ya estaba dando vueltas por el Sónar de día desde las dos
y media. Dejad que os cuente.