La Algameca Chica |
Los
niños juegan en la calle, sopla un suave viento de levante y el sol comienza a
bajar, poco a poco, acercándose al horizonte, pero aún hace algo de calor:
tampoco demasiado. No es la estación de las frutas de agua, pero seguro que, en
algún armario escondido en alguna de las barracas, se puede encontrar el único
ejemplar del poemario Tratado de olivas
de mar existente sobre la faz de la tierra, esperando a ser descubierto,
nunca leído, por el hombre paciente.