27/2/17

Cristal: Reseña de Mutant, de Arca (2015)

Portada de Mutant, Arca, 2015.
Cristal es la primera palabra que me viene a la mente al escuchar la música de Arca. Comienza a sonar su música y es como observar una pista de patinaje sobre hielo sin ningún patinador. Un cámara invisible guía nuestra mirada y se coloca sobre el hielo, observando todas sus marcas y cicatrices, la herida de la vida que pasa marcando el cuerpo, su extraño dibujo. Pero también intuimos la esencia, la geometría perfecta que subyace en un nivel más profundo, la estructura cristalina invisible a los ojos que sustenta el cuerpo, la sustancia, la base, las vísceras, los tejidos, lo orgánico. El cristal es transparente y frágil, es fácil ver sus entrañas y hacerlo añicos, y al romperlo, le damos vida un instante, sometemos la eternidad a la ley del tiempo. Al romper el cristal, corta como un cuchillo. El cristal es vulnerable e hiriente. Su equilibrio se basa en la tensión, y cada ruptura es una detonación caótica. El cristal es frío, y su voluntad, inexistente. El cristal es el cuerpo. Y el disco, la vida.

19/2/17

Famille: Reseña de Juste la fin du monde, Xavier Dolan, 2016

Imagen extraída de Juste la fin du monde, Xavier Dolan, 2016.
Nacer es una herida, el inicio de un lamento, una mutilación llamada ‘yo’. Nacer es el comienzo de una búsqueda fatal que acaba con la muerte, con un regreso al todo o a la nada. La familia es una araña que teje un refugio sin salida. Es una tirita y una cuchilla, el veneno y el antídoto. Ser uno mismo es no ser nadie. Ser es sumar recuerdos en un recipiente hueco. El individualismo es la búsqueda del modo de desmentir esa afirmación. Es la creencia de que el ‘yo’ es algo más que la mezcla de todo lo vivido. Que somos más que una herencia de cosas que ya nos han venido dadas. El narcisismo es una forma de aislamiento masoquista y voluntario. Es la creencia de que ese ‘yo’ único, más allá de herencias culturales, sociales o biológicas, ese ente mágico, no le debe nada a nadie, ni necesita a nadie más para crecer. El camino de Narciso lleva inevitablemente al desencanto. A romper la imagen y ver el vacío que se esconde debajo. La nada más grande del mundo.

11/2/17

La creación es un pájaro sin plan de vuelo que jamás volará en línea recta: Reseña de Violeta se fue a los cielos, Andrés Wood, 2011

Imagen extraída de Violeta se fue a los cielos, Andrés Wood, 2011.

Qué difícil es hablar de un biopic. Las películas biográficas constituyen, probablemente, uno de los géneros cinematográficos más cuestionables. No son documentales, pero tratan de reflejar la biografía de una persona. No son del todo ficción, pero trabajan con actores y guiones originales. Al final, el problema al que nos enfrentamos con los biopics es el de siempre, la cuestión de hasta qué punto podemos llegar a conocer a una persona, hasta qué punto podemos reducir una personalidad humana a una simple sucesión de eventos ordenados cronológicamente, suprimir todas sus caras y dejar solamente una a la vista. El propio escritor, cuando escribe sobre sí mismo, se mutila, y deja ver solamente una parte de su ser, miente, perfila verdades, esconde secretos. Mucho más cuando el encargado de escribir la biografía es una persona externa al biografiado. Y más aún cuando se trata de una producción cinematográfica, la biografiada lleva cincuenta años muerta y se tienen que contratar actores para poder recrear su vida en la gran pantalla. Dicho todo esto, no creo que podamos llegar a conocer nunca quién fue Violeta Parra. Pero nos queda su obra. Y esta película de Andrés Wood lo que consigue es, precisamente, mantener vivo su legado.

4/2/17

Paint tomorrow blue: Elliott Smith y la felicidad

Elliott Smith fotografiado por Autumn de Wilde.
Asistía anoche a la presentación de Un fotógrafo ciego, el nuevo poemario del escritor cartagenero Juan De Dios García; y una de las ideas que se plantearon en dicho acto se quedó dando vueltas en mi cabeza durante toda la noche: la idea de un nihilismo constructivo. Tal y como yo lo entendí, el nihilismo constructivo sería una forma optimista de ver la existencia humana tras la aceptación de la ausencia de un sentido que la sustente (un dios), una visión vitalista basada en el amor al hombre y la aceptación de la realidad inmediata. Esto se desarrollaría en el libro mediante dos pilares, el mito de Sísifo visto desde una óptica optimista ('Hay que imaginar a Sísifo feliz', que decía Camus en El mito de Sísifo), y el fotógrafo ciego, Evgen Bavcar, que desarrolla su labor artística sin aspirar a poder verla jamás (y sin lamentarse por ello). En fin, saco todo esto a colación ahora porque últimamente he estado pensando en Elliott Smith, uno de los músicos más talentosos que he tenido el placer de escuchar, y cuya visión de la existencia, ampliamente desarrollada en sus canciones, se definiría como la opuesta a la que propone Juan De Dios: Elliott Smith vivió en un nihilismo destructivo.