27/2/17

Cristal: Reseña de Mutant, de Arca (2015)

Portada de Mutant, Arca, 2015.
Cristal es la primera palabra que me viene a la mente al escuchar la música de Arca. Comienza a sonar su música y es como observar una pista de patinaje sobre hielo sin ningún patinador. Un cámara invisible guía nuestra mirada y se coloca sobre el hielo, observando todas sus marcas y cicatrices, la herida de la vida que pasa marcando el cuerpo, su extraño dibujo. Pero también intuimos la esencia, la geometría perfecta que subyace en un nivel más profundo, la estructura cristalina invisible a los ojos que sustenta el cuerpo, la sustancia, la base, las vísceras, los tejidos, lo orgánico. El cristal es transparente y frágil, es fácil ver sus entrañas y hacerlo añicos, y al romperlo, le damos vida un instante, sometemos la eternidad a la ley del tiempo. Al romper el cristal, corta como un cuchillo. El cristal es vulnerable e hiriente. Su equilibrio se basa en la tensión, y cada ruptura es una detonación caótica. El cristal es frío, y su voluntad, inexistente. El cristal es el cuerpo. Y el disco, la vida.





Tanto en Xen (2014) como en Mutant (2015), la sensación que tengo al escuchar de principio a fin un disco de Arca es la de presenciar el nacimiento, la vida y la muerte de una criatura inexistente de cristal. En Mutant, disco del que vengo a hablaros hoy, esa criatura es un ente que se debate entre lo orgánico y lo mecánico, bien podría ser uno de esos EVA que ideó Hideaki Anno en los noventa. El sonido fluctúa entre lo melódico y lo ruidoso, entre la carne y el acero, entre la agresividad y la vulnerabilidad, como describiendo ese cuerpo abstracto y en permanente cambio, y las “canciones” son cápsulas mutantes, la mayoría de ellas breves, en las que se alternan pianos, voces (robóticas, inhumanas, gritos que se funden en un sonido de sirenas), sonidos de producción industrial, drones transcendentales; todo ello en constante oposición, en un balanceo pendular, un conectar/desconectar que aporta coherencia a la macroestructura del disco. Todo ello está condensado en el segundo tema del album, es como si en Alive Arca nos presentara el proceso de creación de su criatura, y en Mutant fuera el propio ente quien se presentara ante nosotros, para a continuación en el resto de canciones ir desarrollando distintos aspectos de su ser (Vanity, Sinner, Anger, etc.). Y merece la pena escucharlo.


En Snakes nos encontramos una de sus construcciones más hermosas: lo que nace como un tema misterioso, con una melodía que juguetea con los silencios sobre un fondo latente, eclosiona en su núcleo central en una orgía acústica y danzarina, como una comitiva alienígena que prepara el terreno para la llegada de su dios, esos acordes de piano sentenciosos y solemnes que se van desenterrando a lo largo de la canción para finalmente constituir el único sonido presente. Esto es litúrgico. Esto es obra de alguien que entiende la creación musical como un proceso casi religioso, algo que pocos artistas hacen hoy día en el panorama de la música electrónica (solo me atrevería a mencionar aquí, además de a Arca, a Oneohtrix point never). Otro momento interesante en el desarrollo de Mutant lo constituye Front load, tema cargado de un cierto erotismo oriental, aunque pasado este por el filtro creativo de Arca, el eros de lo grotesco, la estética de lo feo. La eruptiva percusión, los cortes, las disonancias, se incorporan a este tema básicamente erótico de un modo casi natural, creando algo nuevo, destruyendo el ideal, mirando a la realidad y exclamando “¡Mirad! Esto también es bello. Esto también se puede amar. Esto también es frágil.” Me hace recordar aquella criatura repugnante en Como un guante de seda forjado en hierro (Daniel Clowes, 1993) que buscaba desesperadamente que el protagonista se acostara con ella. También es alucinante ese momento de paz constituido por Extent, ese oasis que adquiere valor pleno en la estructura de Mutant, situado casi al final, tras toda esa batería de sonido en ebullición que suponen los temas anteriores. Faggot, como Snakes, es también una composición que destaca en la progresión de su sonido, desde esas voces fantasmagóricas iniciales hacia esa percusión ultra agresiva que corona la segunda mitad de la canción, creando una atmósfera única, llena de dientes afilados.



El universo de Mutant, sin embargo, y como ocurre en realidad con todas las creaciones de Arca, aunque es disfrutable en cuanto a sonido, como obra musical; no es hasta que se pone en relación con las imágenes de Jesse Kanda que adquiere sentido pleno. A diferencia de Xen, donde el apartado visual lo componían exclusivamente imágenes generadas por ordenador, muy similares a la criatura que podemos observar en la portada de este disco, en Mutant se ha optado por grabar al artista en distintos escenarios y con distintas técnicas para ilustrar los temas del disco. De todos ellos destacaría sin dudarlo los vídeos de Vanity y la anteriormente mencionada Front load, en los que se explora la sexualidad y la vulnerabilidad del cuerpo de modo explícito: en Vanity vemos a un Arca hipersexualizado deambulando en la noche en grabaciones de mala calidad, grabado por un hombre que podríamos ser nosotros, ante quien se insinúa, se toca, se desnuda, se muestra con una mirada que inspira tanto deseo como miedo, tanto vanidad como necesidad; y en Front load Jesse Kanda se vale del empleo de una profundidad de campo reducida al extremo para mostrarnos un desnudo del que solo podemos distinguir sombras y detalles, un ojo, unos labios, un glande, y todo ello poco a poco se va cubriendo de pústulas rojas, sin que podamos ver nunca el cuerpo completo.


Concluyendo, Mutant no es un disco fácil, yo no conseguí introducirme realmente en él hasta hace un par de meses, y quizá esto se deba al carácter excesivamente abstracto de sus composiciones, muchas de ellas casi reducidas a experimentos, ejercicios de estilo, texturas. A pesar de ello, bien escuchado, se muestra como un objeto artístico único, constituye un paso adelante con respecto a su debut, más coherente, más estructurado, más rico. Y finalmente, deja abierto un panorama muy interesante de cara a futuros proyectos, con esa tendencia hacia la realidad en su universo visual y hacia lo compacto y lo orgánico en su universo sonoro. A los que no lo hayáis escuchado, os animo a entrar en él con paciencia, y a los que sí, os dejo para concluir el vídeo de Anoche, uno de los temas que Arca ha publicado como avance de su próximo LP homónimo, cuya salida se espera para el 7 de abril.

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