22/6/17

Vivir el sueño, soñar la vida: los mundos posibles de Final fantasy a través de su música

Ilustración de Yoshitaka Amano para la portada de Final Fantasy X
Últimamente no dejo de escuchar "To Zanarkand", la pieza de piano con que se inicia el videojuego de 2001 Final fantasy X. He escuchado la versión original, la orquestada para Distant Worlds II: More music from Final fantasy, la aún más romántica versión de piano de Piano collections: Final fantasy X, una versión que hay rondando por youtube bastante horrible de un tío cantándola a capella, otra interpretada con violín... En fin, todas las versiones habidas y por haber. Hay algo hipnótico en su melodía. Una estructura cíclica perfecta, un sentimentalismo cursi pero al mismo tiempo innegablemente estético que hace de su escucha un placer entre nostálgico y erótico de irrefrenable fuerza evocadora. En una palabra: traslada. Es una música con la cualidad increíble de poder alargarse hasta el infinito sin resultar prácticamente reiterativa, una escucha extremadamente fácil y placentera lograda mediante la elección de arpegios y acordes que siempre retornan al punto de partida constituyendo un ciclo: la búsqueda constante del círculo con una precisión casi matemática. Esto está en "To Zanarkand", como también está en el resto de temas que componen las bandas sonoras de la saga Final fantasy y de otros JRPG como Dragon Quest, Xenoblade o Chrono Trigger. En cierta forma, esto las acerca a otros géneros musicales como el de la música ambient o la composición tradicional de bandas sonoras para cine y televisión, pero hay diferencias entre los tres géneros.

4/6/17

Música y espacio: Un repaso de los discos y lugares en los que me he ido (re)encontrando durante los últimos tres meses

Mapa de Argentina.
Hoy hace casi tres meses que salí de España para iniciar una nueva etapa transitoria en Argentina. Pero este ni es ni ha sido nunca un espacio dedicado a exponer de un modo exhibicionista los acontecimientos que componen mi vida, desde su origen ha sido y será un espacio para hablar de música, cine y poesía. Sin embargo, encuentro pertinente comenzar esta entrada haciendo referencia a ese hecho, pues hace más de tres meses que no escribo nada y me parece lógico y normal dar una razón que justifique, al menos parcialmente, ese hecho. Mi estancia en Argentina ha supuesto un golpe que ha sacudido mi rutina llenándola de nuevos intereses que han ido sustituyendo poco a poco a las horas de procrastinación que antes poblaban mis días y en cuyo contexto nació este blog. Actualmente me hallo enfrascado en la escritura de una novela (de cuyo contenido no voy a hablar aún), tengo que leer cuatro novelas para una de las materias que estoy cursando en la Universidad Nacional de Córdoba y planeo hacer un viaje a Tierra del Fuego en menos de un mes, cuando termine todos los exámenes que se me vienen encima. Sin embargo, en este momento, 21:16 hora de Argentina, un domingo muy domingo, he decidido tomar el tiempo que me queda antes de irme a dormir y desengrasar mi teclado con una nueva entrada de Espacio Coyote. No se acostumbren.